Por Matías Goyenechea H.
Cientista Político
Comisión Nacional de Pobladores
Partido Comunista de Chile
Las Isapres nuevamente nos muestran como abusan de los ciudadanos de nuestro país. A comienzos de este año anunciaron que subirían los planes de todos sus afiliados, entre un 4,5 y 6,9%. En el momento en que estas alzas se anunciaron, las Isapres ya obtenían utilidades por sobre el 92% en relación al año anterior. Hoy nuevamente vemos la “buena salud” de que gozan las Isapres, pues sus utilidades alcanzaron, al segundo semestre de este año, los 45.683 millones de pesos. Esto se explica por dos motivos fundamentales: la selección de riesgo y la integración de Isapres y Clínicas.
SELECCIÓN DE RIESGO Y LA LÓGICA DE LA SEGREGACIÓN
La rentabilidad que tienen las Isapres está fundada en el principio de la “selección de riesgo”. Esto quiere decir que estas instituciones permiten afiliarse sólo a aquellos que poseen un menor riesgo de requerir atención médica, por lo que un importante grupo de personas se ve discriminado. La consecuencia de esto es que los adultos mayores, los enfermos crónicos, las mujeres en edad fértil y aquellos que tienen familias numerosas, deben pagar planes excesivamente altos si es que quieren afiliarse o permanecer en una Isapre. Esto genera que aquellos que no puedan pagar estos “planes” deban migrar al sistema público de salud, donde se concentra la mayor parte de los “riesgosos”.
Las Isapres tienden a concentrar entre sus afiliados a aquellos que son más jóvenes, con más recursos y que no suelen enfermarse. La selección de riesgo es el principal motivo de las grandes utilidades de las Isapres, dado que los costos en “prestaciones de salud” tienden a ser menores, puesto que sus afiliados utilizan menos los servicios ofrecidos. De esta forma lo pagado por los afectos al sistema tiende a irse directamente a llenar las arcas de los accionistas de estas empresas de la salud.
Por este motivo se produce una segregación en el sistema de salud, consagrándose una salud para ricos y sanos y otra para pobres y enfermos. Esto vulnera completamente el principio consagrado en la constitución, donde se plantea la igualdad de todos los chilenos.
INTEGRACIÓN ENTRE CLÍNICAS E ISAPRES
Otro elemento que da cuenta de las utilidades de las Isapres y sus accionistas es la creciente integración entre éstas y las Clínicas privadas. Esto cobra sentido si pensamos que las Isapres envían a sus afiliados a sus propios prestadores (Clínicas pertenecientes al mismo holding o que sostienen una sociedad comercial o que “comparten” a miembros de sus respectivos directorios), generando una importante contención de costos a la vez que les permite manipular los precios de los servicios de salud ofrecidos.
PERO VEAMOS LOS DATOS:
- Grupo Banmédica S.A controla el 27,1% del mercado de las Isapres con utilidades por $321.039 millones. También tienen propiedad sobre las Clínicas Dávila, Santa María, Iquique, Biobío, Ciudad del Mar y Vespucio, cuyos ingresos al año 2010 fueron de $246.384 millones.
- Grupo Cruz Blanca, a través de la Isapre del mismo nombre, logró utilidades por $270.961 millones el año 2010. Pero además hay que sumarle ingresos por $42.809 millones obtenidos a través de las Clínicas Reñaca, Antofagasta y San Jose e Integramédica.
- Grupo Red Salud, perteneciente a la Cámara Chilena de la Construcción , controla las clínicas Tabancura, Bicentenario y Avansalud en Santiago, y en regiones están Iquique, Atacama, Magallanes, Elqui, Portada, Valparaíso, Curicó, Lircay, Puerto Montt, Integral, el Hospital Clínico del Sur y el Hospital Clínico Universidad Mayor, Megasalud. Sus utilidades para el año 2010 fueron de $159.947 millones de pesos. Además, controla la Isapre Consalud , la cual tiene una participación del mercado de 21,7% con utilidades de $6.531 millones de pesos.
- Masvida tiene una participación en el mercado de las Isapres de un 13,5%, además de tener participación en las clínicas El Loa, de la Familia , Las Lilas, Isamédica, Chillán, Universitaria de Concepción, Los Andes y Magallanes, con utilidades de $8.245 millones.
Hoy tenemos el deber ético de pronunciación en contra del lucro en la salud, el cual genera la existencia de un sistema de salud altamente segregado y desigual. A su vez, la solución no pasa por cambiarse desde Isapre a Fonasa, dado que la selección de riesgo impacta también al sector público (altamente desfinanciado), que además debe absorber a los sectores discriminados por las Isapres, generando un aumento en sus costos. La solución pasa por movilizarse pidiendo una reforma estructural de la salud en Chile, que permita reponer el principio de la igualdad y la solidaridad en el corazón del sistema de salud. Sea este público o privado.
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